La familia de Txabi Etxebarrieta ha podido finalmente acceder a la autopsia, ocultada durante más de medio siglo en el archivo militar de El Ferrol de los hechos ocurridos el 7 de junio de 1968, y confirmar así su sospecha de que fue rematado en el suelo tras un golpe y un primer disparo que lo hirieron.
Efectivamente, la autopsia ahora conocida confirma esta tesis. El cadáver del joven militante de ETA presentaba una herida inciso contusa en la región occipital de la cabeza, coincidente con el golpe en el muro, pero también dos heridas por arma de fuego.
La primera entra por la región intercostal y sale por la espalda. Y la segunda es la más relevante puesto que se produce por la espalda y desde una corta distancia, lo que indica que fue rematado tras quedar malherido. En este caso no hay orificio de salida, la bala quedó dentro.
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Juanito
08 Jun 2022 - 08:11Ya vale ASKI DA!!! Asesinos!!!