AIETE 10 AÑOS ¿PALANCA PARA AVANZAR?
Agus Hernan. Foro Social Permanente
En el momento de escribir este artículo, han pasado dos meses de las intensas jornadas del 10o aniversario de Aiete. Un tiempo prudencial para empezar a sacar aprendizajes.
Y hacerlo en la nueva publicación digital Zorrotz! es un verdadero placer.
Las Jornadas Internacionales de Aiete empezaron a gestarse a principios de año. Entonces, la preocupación principal de los cuatro promotores (Berghof Foundation, Conciliation Resources, Bake Bidea y Foro Social Permanente) era si el aniversario tendría un hueco en la agenda política y mediática en el contexto del Covid 19 y en la nueva agenda de prioridades de la sociedad generada por la pandemia. Pocos días antes de Aiete, esa inquietud todavía se mantenía.
Desde el Foro Social nos marcamos dos objetivos para este 10o aniversario y así los compartimos en las reuniones realizadas con las instituciones y partidos de la Comunidad Autonoma Vasca y Navarra y con la totalidad de grupos de comunicación:
de Mariano Rajoy; las vicisitudes de la mesa de Oslo; la frustración y el rol de la sociedad civil a partir de 2013 y su perseverancia, …
Aprendizajes
Pero también ha servido para identificar la radiografía del estado actual del proceso de construcción de paz y los retos que quedan por afrontar.
Y decimos bien, “proceso de construcción de paz”, porque el nuestro, evidentemente, no es un “proceso de paz” al uso como los definen los estándares internacionales. Sin embargo, dentro de su carácter singular, en su implementación está respetando los estándares internacionales DDR (con el Desarme y la Desmovilización y ahora con la Reintegración de las personas presas) aunque, también resulta evidente, desde el Estado (español en este caso) no se están respetando los estándares internacionales que les deberían corresponder.
Aiete 2021 nos ha permitido también visualizar que hoy nos encontramos en un proceso único con tres carriles: Iparralde, Comunidad Autónoma Vasca y Navarra. En Iparralde, con su hoja de ruta propia tras la “Declaración de Baiona” del 24 octubre 2014; en la Comunidad Autónoma Vasca, con su política de consensos a través de micro acuerdos político-sindicales en numerosos temas (desarme, víctimas y política penitenciaria); en Navarra, desde el comienzo de esta legislatura, con una estrategia propia que cuenta con un impulso multilateral: Gobierno, partidos políticos y sociedad civil (sindicatos, etc).
E insistimos en la idea de proceso único de construcción de paz.
Los pasos dados en Iparralde y Hegoalde se retroalimentan y abren nuevas posibilidades recíprocas. Por ejemplo, en el espacio de las personas presas.
Ya en 2018 la interlocución de los «Artesanos de la paz» con el Gobierno Francés ayudó al Gobierno de Sánchez, tras la moción de censura, a una evolución de la pétrea posición política de su antecesor, Mariano Rajoy.
Ahora existe de nuevo un bloqueo en Paris en relación a los casos de cadena perpetua. La actual situación – presos acercados, en segundo y tercer grado y transferencia al Gobierno Vasco- debería ayudar para que, este delicado tema, encuentre una solución dentro de la aplicación de una política penitenciaria ordinaria por parte de Paris.
Otro concepto que confirma esta radiografía es que, en este momento, nos encontramos en un proceso multilateral en el que cada actor –institucional, político y sindical- debe seguir aportando desde su ámbito de competencia.
Palanca para avanzar
En las semanas previas, el Foro Social Permanente venía demandando públicamente que Aiete debía servir como palanca para avanzar y no para seguir dando vueltas a la noria de la batalla del relato, en la que los mismos argumentos vienen repitiéndose desde hace ya unos años.
Una noria que esta produciendo hartazgo en la sociedad y que puede producir el efecto que se intenta evitar: que ese cansancio provoque que se pase la pagina demasiado rápida sin aprender de los errores del pasado.
En definitiva, sin consolidar el objetivo que nos une a todas: las garantías de no repetición.
Una noria que demuestra que todavía estamos lejos de la cultura del diálogo como instrumento principal de resolución de los conflictos que, dicho sea de paso, siempre existirán.
Hemos venido insistiendo en el tránsito que debe hacer la “batalla del relato” del
escenario de crispación en que está secuestrada a un escenario sosegado y constructivo. Sacarla del micrófono y llevarla al espacio del trabajo discreto, el único que permitirá avanzar también en ese difícil aspecto.
Hoy en día la “batalla del relato” condicionada principalmente el tercer nudo por desatar: la memoria crítica inclusiva. Mucho menos ya en victimas y personas presas.
Como hemos dicho, han sido numerosas las aportaciones realizadas durante esos diez intensos días y hoy, con la perspectiva de este mes y medio, podemos decir que las expectativas se han visto no solo cumplidas, sino ampliamente superadas.
Para nosotras este conjunto de aportaciones ha generado un mejor escenario.
Pero se trata de un escenario frágil, que requiere apertura de miras. Siempre será difícil que una iniciativa llegue en el momento adecuado y que su contenido sacie la totalidad de las demandas de todos los actores.
Sin embargo, es necesario que los actores implicados en esta cuestión sepan adecuar el diagnóstico al momento actual y, con generosidad y dejando de lado intereses partidistas, dar a las iniciativas el valor que se merecen.
Estas últimas semanas estamos viendo inercias de ese pasado reciente. Corresponde ahora trabajar por consolidar lo conseguido, desarmando la palabra, generando un ecosistema favorable a nuevas aportaciones multilaterales.
Diálogos improbables
El Foro Social Permanente se compromete a aportar con una nueva dinámica titulada “Ustekabean, topo-Diálogos improbables” en el nudo de la memoria critica inclusiva tan condicionada por la “batalla del relato”.
Esta dinámica, aprendiendo de las experiencias internacionales en esta materia, buscará generar espacios de encuentro públicos y privados que profundicen en una memoria critica inclusiva que, respetando todos los relatos, sea capaz de aportar en esta difícil cuestión y determine un nuevo marco de debate constructivo.
Somos plenamente conscientes de que no será posible llegar a una narrativa ú nica de lo sucedido en este paıś , o de sus causas. Pero debemos tratar al menos que las diversas visiones de lo acaecido sean reconocidas y respetadas, al mismo tiempo que desde esta aproximació n empá tica hagamos, todas y todos, un intento de entenderlas – sin necesidad de compartirlas -, ası́ como un intento de reflexión autocrıt́ ica desde nuestras propias visiones.